Las moscas se desarrollan mediante un desarrollo indirecto completo con tres fases juveniles: huevo, larva y pupa, y una fase adulta. Los adultos se aparean a las pocas horas de nacer.
Cada hembra puede poner distintos lotes de huevos en una sola puesta que puede ser de 75 a 500 huevos dependiendo de la especie. El tiempo de incubación de los huevos también depende de la especie y la temperatura, pero oscila entre las 2 horas y los 3 días. De los huevos aparecen las larvas. Se caracterizan por no tener patas y por tener una cabeza muy reducida y retraída hacia el tórax. Suelen tener una coloración blanca o crema. El tiempo de desarrollo de las larvas también depende de la temperatura y la especie, y puede consistir en 4-20 días.
Cuando están a punto de pupar, las larvas buscan un lugar oscuro y resguardado para pasar la siguiente fase que las convertirá en moscas adultas.